Comunicar la RSC no es fácil

A pesar del efecto directo de todos los problemas sociales, económicos y ambientales que afectan al mundo, los temas de responsabilidad social corporativa (RSC) y sustentabilidad nos parecen tremendamente aburridos. Es así. Preferimos enterarnos de las últimas noticias de Messi o de las Kardashians, antes que conocer sobre un programa empresarial que está solucionando problemas concretos de salud o educación.

Ahora somos unos consumidores-ciudadanos mucho más críticos y susceptibles a las acciones mercantilistas de las marcas e instituciones; y además hemos adoptado el tenaz escepticismo de la mayoría de medios de comunicación con respecto a estas temáticas.

Branding verbal

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Últimamente, he visto varios comerciales de televisión en los que me parece que los mensajes y las imágenes no encajan del todo. Hay “algo” que impide que esos dos elementos se articulen por completo. Hal Stebbins en “Pildoras Publicitarias” (uno de los libros sagrados del copywriting desde 1969) dijo: “Todo lo que entra en un anuncio, incluyendo lo que se deja fuera, es texto”…Y tal vez en estos casos hay textos necesarios que se han dejado fuera.

Precisión y ¡PACIENCIA!

Siento que ya no cabe una palabra más en mi cabeza… es más, no me extrañaría que en cualquier momento, por puro efecto de rebalse, comenzaran a escurrirse consonantes, vocales y signos de puntuación por mis orejas, nariz y boca…

Entre otras cosas, estoy trabajando en un proyecto que implica la corrección de estilo de 75 artículos científicos en tiempo récord; y antes de comenzar a escribir esta entrada hago el recuento de lo pendiente: 33 aún. Uffffffffff.

Para sacudir el cerebro…

¡Lo logré! ¡Alcancé la séptima entrada en este blog y aquí estoy compartiendo el post número ocho! ¡Yuuujuu! Parafraseando un poco, siento que superé algo así como la comezón del séptimo artículo. Jijijijiji.

Crear y alimentar cada jueves esta ciberbitácora ha sido un auténtico desafío sobre todo por la escasez de tiempo entre una cosa y otra. Muchos pensarán que me conformo con poco o peor aún, que me siento satisfecha por algo intrascendente. Pero para mí tiene un doble significado: celebrar un pequeño logro (una sana costumbre que solemos olvidar con facilidad en medio de las exigencias diarias) y, sobre todo, sentir que sigo adelante hacia el descubrimiento y uso de mi propia voz. En más de una década de ejercicio profesional siempre escribí por y para algo/alguien más; en cambio aquí lo estoy haciendo con libertad total, abordando los temas que quiero y como quiero. ¡Disfrutándolo!