Mientras el boom de emprendimientos sigue imparable en El Salvador, de un tiempo acá a la puerta de mi Trastienda han llegado muchas empresas, de todo tamaño e industria, para que les ayude a ponerle nombre a sus negocios.
Sí, odiar. Créame que busqué un verbo menos intenso pero al final me quedé con este porque para la gran mayoría de personas la tarea de escribir es un ejercicio arduo y frustrante. ¿O no?
Después de casi tres años de trabajar por mi cuenta, precisamente como redactora creativa, puede asegurarle que esa pregunta es la MÁS frecuente en cada primera llamada o primera reunión con los clientes, tanto con los que me han contratado como con los que no.