Enero 9, 2014.
¡Se acabaron las vacaciones navideñas! Y aunque uno siempre termina sintiendo que necesita más puedo decir con satisfacción que las disfruté muchísimo, sobre todo porque tenía tres años consecutivos sin descansar en esta época del año.
Esta es la primera vez que empiezo un nuevo año desde la Trastienda y me siento realmente feliz, con la convicción de que las posibilidades son infinitas. Estos últimos 4 meses han estado llenos de fe e inspiración; he redescubierto que escribir es parte importante de mi vida, sobre todo por la oportunidad de conocer y pensar sobre cualquier cosa y sobre todo, amoldando el lenguaje en función de lo que los clientes necesitan. De igual modo, he conocido a muchas personas interesantes y me he reconectado con colegas, amigos y excompañeros. ¡Así que tengo ganas de mucho más!
Precisamente, en esas reuniones con los clientes entre proyecto y proyecto, he escuchado a muchos de ellos referirse a lo complicado que les resulta tanto agilizar como optimizar los procesos internos de conceptualización y preparación de los mensajes. Es un reto para los profesionales in house y para los asesores externos.
Las tareas operativas del día a día les imponen un ritmo frenético: contestar llamadas y correos electrónicos, proyectar campañas, organizar eventos, coordinar a proveedores, asistir a reuniones… y tareas estratégicas como el diseño de mensajes se desarrollan por ratitos y contra reloj.
Así que si entre sus propósitos para el 2014 está ser más productivo y eficiente, sobre todo para no tener que vivir y trabajar con el corazón en la boca todo el tiempo, le propongo que antes de que este nuevo año arranque de verdad dedique un espacio a preparar y planificar el elemento más importante en la ecuación de la comunicación/marketing para su empresa o sus clientes: el mensaje.
Sí, ya sé que muchas actividades no pueden anticiparse por las características propias de su mercado o sector; entonces enfóquese en las que sí: campañas invariables por la estacionalidad de la demanda de sus productos /servicios, celebraciones, lanzamientos proyectados desde el año pasado, etc.
Vivimos sobrecargados y “sobreconectados”, es casi inevitable. No obstante, en este período de pilas recargadas y nuevos comienzos pruebe a ser “unitasking” para concentrarse por un momento en crear los mensajes y contenidos diferenciales, originales y de valor que su empresa o marca difundirá a lo largo del año. ¿Qué es lo más importante que tiene que decir para que el negocio siga creciendo y las relaciones con sus públicos se fortalezcan? Adelántelos un poco para que cuando llegue el momento de utilizarlos entonces sólo sea cuestión de afinarlos y luego podrá volver a enfocarse con un poco más de tranquilidad en TODO lo demás.
¡Feliz 2014 para todos!
